sábado, 7 de enero de 2012

La mejor herramienta es la humana y vivencial.

Para nosotros la mejor forma de aprender y pasarlo bien al mismo tiempo es viviendo cada momento al máximo. La parte humana y vivencial es, sin duda para mí, la forma más natural de aprender lo que sea. Un idioma (hablándoles, yo, en inglés, hablando ellos con otras mamás inglesas o americanas, por suerte tenemos varias amigas. Jugando con otros niños cuya lengua materna es el inglés...). Ainara conoció una niña americana un día en el parque de la Ciutadella en Barcelona y estuvo jugando con ella durante horas. Cómo hacer tus propias hortalizas ( mi padre viene cada año en primavera y nos enseña y ayuda con el huerto). En el pueblo donde vivimos hay muchos huertos y al principio nos parábamos a hablar con algún agricultor y le preguntábamos cosas. Aprendimos más con mi padre y estos otros agricultores que con un super libro que compré. Trabajar el barro ( yo hace años iba al estudio de una ceramista/escultora y a su lado aprendí mucho). Ainara hizo su primer vasito de barro (con ayuda) usando un torno en una feria de artesanos. Trabajar la madera (en el pueblo de al lado, donde vamos algunos días en bici, hay un hombre ya mayor que trabaja la madera en el garaje de su casa. Una mañana pasamos por delante y Urtzi quiso entrar, asomé la cabeza y el hombre nos invitó a entrar. Fue muy amable enseñándonos todo lo que hacia, hasta se ofreció a enseñarles a usar las herramientas. A coser ( a mi me gusta coser y he hecho alguna cosa con "patchwork" o les coso cositas que se rompen...) Ainara y Urtzi ya saben coser un poquito. A nadar ( tanto Ainara como Urtzi y Naikari saben nadar) Un par de mañanas a la semana vamos a Mollerussa a la piscina cubierta en horario libre a jugar. Allí y en las piscinas de verano de nuestro pueblo han aprendido todos a nadar solos. A hablar ( todos los niños aprenden a hablar estando con adultos que hablan a su alrededor, así van interiorizando y aprendiendo y luego queriendo hablar ellos con sus papás o mamás) nadie enseña a un niño a hablar. Ellos aprenden absolutamente solos. A leer ( mis hijos no leen todavía, Ainara empieza a codificar y descodificar pero conozco a muchos que han aprendido, también, solos). Cuando digo solos no me refiero a que nadie les haya ayudado. Lo que quiero decir es que ellos piden la ayuda que necesitan cando la necesitan, en un ambiente donde se lee, ellos ven leer y también llega un momento, (su momento) cuando ven la utilidad de la lectura y le escritura. Escribir no es más que hablar sobre papel. Para escribir primero hay que tener algo que decir y luego alguien a quien decírselo. Lo mismo que ocurrió cuando empezamos a hablar. Primero vino la necesidad de comunicarnos y luego en un entorno rico y adecuado aprendimos solos a hablar. Tanto el leer como el escribir son formas de comunicación. Si recibimos una postal nos gusta saber quien la escribió y que nos quiere decir. Si papá nos deja una nota por la mañana en la cocina más de lo mismo. En mi opinion es mucho mejor querer y tener la necesidad de hacer algo y luego adquirir o aprender las herramientas que hacen falta para tal acción. Incluso el calculo y la aritmética se pueden aprender vivencialmente teniendo primero una necesidad. El otro día teníamos una receta para unas 20 galletas pero queriamos hacer muchas más, osea que tuvimos que multiplicar la receta por 3. Ainara tenía, un día, no sé cuantas piedrecitas y quería repartirlas. Quería que tanto ella como Urtzi y Naikari tuvieran las mismas. Empezó a repartirlas una a una hasta que sobraron dos. Eso seria dividir, ¿no?. Para momentos como este, si estamos en casa, solemos utilizar algún material manipulativo concreto como las regletas Cuisinier o las perlas o listones Montessori. Solo los usamos cuando sale la necesidad y nos van muy bien. El usar materiales concretos en vez de hacerlo de una forma abstracta con numeros les ayuda mucho.

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