domingo, 31 de marzo de 2013

Para ser una familia Unschooler se necesita más:

... PRESENCIA
... PACIENCIA
... ATENCIÓN
... ESCUCHA
... HABLAR
... DIALOGAR
... OBSERVACIÓN
... CONCIENCIA
... CONEXIÓN
... COMPARTIR
... INTERÉS
... INICIATIVA
... CREATIVIDAD
... CURIOSIDAD
... MOTIVACIÓN
... CAMBIOS
... PENSAR
... RAZONAR
... CUESTIONAR
... TOMA DE DECISIÓN
... INFORMACIÓN
... RECURSOS
... DISPONIBILIDAD
... APOYO
... VALOR
... CONFIANZA
... COMPAÑERISMO
... AUTENTICIDAD
... ESPONTANIEDAD
... IGUALDAD
... LIBERTAD
... APERTURA
... NATURALIDAD
... COMUNICACIÓN
... FLEXIBILIDAD
... RESPETO
... SOCIALIZACIÓN
... COMUNIDAD
... TRIBU

y menos:

... CONTROL
... ORDEN
... DIRECTIVIDAD
... REPRESION
... SILENCIO
... CURRICULUM
... LIBROS DE TEXTO
... FICHAS
... MATERIALES "ACADEMICOS"
... DESCONFIANZA
... TEMOR
... ORDENES
... HORARIOS
... RUTINAS
... DISCUSIONES
... OPOSICIÓN
... RIGIDEZ
... AUTORIDAD
... OBEDIENCIA
... IMPOSICIÓN
... DESIGUALDAD
... RIVALIDAD
... SERMONES
... AMENAZAS
... PREMIOS
... CASTIGOS
... INCENTIVOS
... COMPETITIVIDAD
... EVALUACIONES
... CONTROLES
... EXÁMENES
... DEBERES
... SOLEDAD
... AISLAMIENTO

sábado, 30 de marzo de 2013

Libros de MIGUEL JARA.

Aquí os dejo estos fantásticos libros.

Portada Traficantes de salud

TRAFICANTES DE SALUD

Cómo nos venden medicamentos peligrosos y juegan con la enfermedad
(Icaria Editorial, 2007)
 
 
Con el paso del tiempo y el esfuerzo promocional de los laboratorios farmacéuticos los medicamentos han pasado de ser bienes esenciales a simples objetos de consumo. Hoy las reacciones adversas a los fármacos ya son la cuarta causa de muerte en países como Estados Unidos. Traficantes de salud: Cómo nos venden medicamentos peligrosos y juegan con la enfermedad es un documento imprescindible para conocer qué medicamentos peligrosos están a nuestro alcance y cuáles han producido muertes o graves daños en la salud de las personas en los últimos años. El libro es un recorrido por la cara B del sistema sanitario. Durante más de cuatro años Miguel Jara ha investigado las estrategias que utiliza la industria de la salud y de la enfermedad para ser el negocio legal más rentable del planeta.
 
 
Sepa cómo se inventan enfermedades para crear nuevos mercados y convertir en pacientes a los ciudadanos sanos, cómo se manipulan los ensayos clínicos a favor de los laboratorios, cómo se vence la voluntad de muchos médicos mediante la promoción, cómo se controla a los trabajadores rebeldes y a los medios de comunicación o cómo se espía a los ciudadanos a través de la receta médica o mediante la implantación de la tecnología de radiofrecuencias en los envases. Conozca el grado de corrupción al que ha llegado el sistema sanitario actual y cómo le afecta. Qué medicamentos son ineficaces y el fraude científico que suponen muchos de ellos y las consecuencias humanas de la desigualdad del abastecimiento que promueve el mercado.
 
 
Traficantes de salud saca a la luz informaciones ocultas o que pasan desapercibidas para la mayor parte de la ciudadanía y que afectan de manera decisiva a nuestra calidad de vida. Este es un libro con efectos secundarios: después de leerlo su manera de entender la salud habrá cambiado.
 
 
“Sencillamente MAGISTRAL, se lo digo sinceramente. Un libro muy riguroso de un autor valiente que cuenta una historia amena, muy documentada y fácil de leer. Este trabajo acerca a la ciudadanía informaciones decisivas para conservar su salud que a menudo pasan desapercibidas. Es una aportación fundamental para anteponer las personas a los negocios”
 
 
Juan José de López Torres – Presidente de la Asociación Nacional de Consumidores y Usuarios de Servicios de Salud (Asusalud)
“Este libro muestra una situación intencionadamente caótica, provocada por los intereses económicos de un puñado de transnacionales farmacéuticas, dueñas de la salud y la enfermedad de todos los ciudadanos del mundo. Somos su negocio desde antes de nacer hasta que morimos y atreverse a afirmar que existen crímenes corporativos y documentarlos, además, es un trabajo de mucha envergadura y responsabilidad. Hacía falta alguien como Jara que tuviera no sólo el tiempo sino la valentía de empezar a hablar, a afirmar, a probar y a poner las cartas sobre la mesa”.
Ángeles Parra – Secretaria General de la Asociación Vida Sana y Directora de BioCultura, Feria de las Alternativas y el Consumo Responsable.
 
“Durísimo libro de denuncia sobre el actual sistema sanitario: Traficantes de salud”.
Revista Discovery DSalud
 
 
 
conspiraciones-toxicas

 

CONSPIRACIONES TÓXICAS

Cómo atentan contra nuestra salud y el medio ambiente los grupos empresariales
de R. Carrasco, M. Jara y J. Vidal (Martínez Roca, 2007)
 
Ediciones Martínez Roca-Grupo Planeta ofrece con Conspiraciones tóxicas: Cómo atentan contra nuestra salud y el medio ambiente los grupos empresariales, (Rafael Carrasco, Miguel Jara, Joaquín Vidal), un libro sobre los lobbies de las industrias más contaminantes, sobre las oscuras relaciones de las grandes empresas y el poder político en España y en la Unión Europea.
 
 
¿Saben las compañías telefónicas que las radiaciones de los teléfonos y sus antenas pueden causar la muerte? ¿Cómo silencia la industria nuclear a los disidentes? ¿Cómo ha conseguido la industria de la alimentación basura y transgénica colarse en nuestros platos? ¿Quiénes son los responsables de la construcción de gran parte del litoral? ¿Por qué nadie impide que las empresas químicas hayan liberado 104.000 sustancias tóxicas en la naturaleza y en nuestros cuerpos?
 
 
La explicación está en los grupos de presión: sólo en el Parlamento Europeo hay 15.000 lobbistas de las grandes compañías. Estos grupos de presión fomentan la especulación sobre el agua o los bosques, la construcción de refinerías petroquímicas o centrales térmicas (caso de Extremadura entre otros), contaminar el aire como hace la industria cerámica del Levante.
 
 
Conspiraciones tóxicas muestra la trastienda del poder político y económico; auténticos gobiernos paralelos en la sombra que la ciudadanía desconoce.
 
 
Los autores sacan a la luz y muestran sorprendentes revelaciones acerca de quién mueve nuestra salud y medio ambiente.”
La Razón
 
 
“Desde la primera a la última página, la claridad es una constante. Porque así debe de ser un trabajo serio de investigación. Que en definitiva es lo que es este libro. En el que se reflejan esencialmente actuaciones nada gratificantes de empresarios, políticos, periodistas, científicos etc”.
Los Verdes
 
 
Consulte cómo comprar cualquiera de los libros pues dependiendo del caso existe la posibilidad de que se lo mandemos por correo contrarrembolso. Escriba a susanatrobajo@gmail.com
 
I también estos dos:


Portada Salud que viene

 

LA SALUD QUE VIENE

Nuevas enfermedades y el marketing del miedo

(Península, 2009)

MIGUEL JARA

Nuestro estilo de vida está generando nuevas enfermedades relacionadas con la contaminación ambiental. Además, se desarrollan otras patologías para aumentar los beneficios por la venta de vacunas y fármacos, entre otros productos. Es el negocio de crear temor para vender su tratamiento.



 


 

En el ámbito sanitario se ha institucionalizado la compra de voluntades. Un periodista investiga la corrupción de numerosos doctores a manos de la industria de la salud y la enfermedad. En su camino encuentra a Nikita, una visitadora médica enfrentada al laboratorio farmacéutico que la tiene contratada porque intentan que soborne a los facultativos; que compre las recetas. Con la ayuda de otros visitadores en situación similar —y apoyándose en una rigurosa documentación— esta obra viaja al corazón del sistema médico y farmacéutico


viernes, 29 de marzo de 2013

Científicos confirman que la dieta vegetariana es la solución.

Aquí os dejo este corto video de tan sólo 2 minutos en donde tomamos conciencia del calentamiento global del planeta por el consumo excesivo de carne. Otro motivo para reducir su consumo e ir hacia la dieta vegetariana: Respeta nuestras necesidades y el Planeta.


miércoles, 27 de marzo de 2013

Paloma Goñi me entrevista.

Paloma es una periodista de Málaga y tiene un blog fantástico con mucha información de todo tipo: Aires de Cambio

Aquí os dejo la entrevista:

Yvonne Laborda es la madre de tres niños a los que educa en casa, en familia. Defiende el aprendizaje autónomo del niño y es partidaria del ‘unschooling’, es decir, del aprendizaje no dirigido. Vive en la provincia de Lleida y escribe sobre educación en familia y sobre otros muchos temas en su blog ‘We live learning‘.

-¿Qué significa para ti ‘unschooling’?

‘Unschooling’ es un término que utilizamos internacionalmente porque es el nombre que le dio John Holt al aprendizaje que no se asemeja al aprendizaje formal de la escuela. En nuestra casa defendemos el aprendizaje autónomo del niño, lo que le sale de forma intrínseca. A partir de esos intereses vamos introduciendo todo lo demás, pero no forzamos la parte académica, no decidimos qué día ni cuándo hay que empezar a dar una materia. Empezaron a preguntar por las letras y entonces les explicamos para qué sirven. No le damos primero las herramientas y luego les explicamos para qué sirven, que es la forma tradicional, sino que lo hacemos al revés. Esperamos que el niño quiera hacer algo, que tenga la curiosidad.

-¿Es este tipo de educación más fácil cuando el niño es más pequeño?

Bueno, depende. En mi caso, mi hija mayor tiene 8 años, así que estaríamos en la franja de los pequeños, porque mis hijos tiene 4, 6 y 8 años. Pero, por ejemplo, lo que es leer y escribir, que son de las cosas más difíciles neurológicamente hablando, si el niño ve que puede aprender a leer y escribir casi solo… Eso ya le da la confianza suficiente tanto al padre como a la madre y al niño para ver que todo lo demás ya viene. Explicarle lo que es una raíz cuadrada porque sí, sin que tengan ningún tipo de interés… me escuchará, lo hará, pero en el fondo no lo va a retener. ¿Qué sentido tiene saber algo que no necesitas? A medida que van teniendo esos intereses se van dando cuenta que una cosa se va solapando con la otra. Mucha gente me dice: “Habrá que enseñarle esto porque dentro de cinco años le hará falta”. Nosotros no somos muy partidarios en nuestra casa de hacerlo así, porque quién sabe lo que va a necesitar dentro de cinco años.

-¿Cómo decidisteis que esta era la educación que queríais para vuestros hijos?

Todo fue poco a poco. Yo no lo tuve claro desde el principio. Tuve a mi primera hija, me pedí seis meses en el trabajo, luego pedí un año y me quedé embarazada de mi segundo hijo y me pedí otro año. Mi primera hija ya tenía un año y medio, pero no la llevé a la guardería porque podía cuidarla en casa, así que pensé en esperar hasta que tuviera 3 años. Cuando tenía dos años y pico, me leí mi primer libro de educación alternativa, de Rebeca y Mauricio Wild, de la pedagogía Pestalozzi. Hizo algo dentro de mí, le empecé a dar vueltas y le planteé a mi pareja el no llevar a los niños al colegio. Él no había ido al colegio hasta los 6 años, así que… A partir de ahí nos fuimos informando, conocí a otras familias, empecé a leer sobre John Holt y ya tuvimos muy claro que no los queríamos escolarizar. Ahora incluso nos iríamos del país si fuera necesario. En España hay un vacío legal, no está prohibido, pero tampoco regulado, estamos en un limbo legal. Así que si hubiese problemas y nos obligaran a escolarizar, nos iríamos a otro país. Para nosotros es una filosofía de vida, toda nuestra vida gira entorno a esto.

-Se habla mucho del aprendizaje de los niños ‘unschoolers’, pero también es un gran aprendizaje para los padres…

Para nosotros, la desescolarización a nivel mental es muy importante. Tanto mi compañero como yo, como nuestro entorno, todo el mundo se ha educado en la escuela. Nosotros llevamos casi impregnado en nuestro ADN que no se aprende a no ser que sea en una institución que se llama colegio y con un profesor. Desescolarizarte de todo esto es una pasada. Hasta los 14-15 años fui muy mala estudiante, tuve una infancia complicada. Así que yo estudié de mayor, soy muy autodidacta. Pensé que si el adulto aprende así, aprendes porque te gusta algo, pues los niños también. La escuela tiene 100-150 años, siempre hemos aprendido los unos de los otros. Nosotros no separamos lo que aprendemos de lo que vivimos. Nuestros intereses se solapan. A mi hijo le interesan ahora los dinosaurios y yo estoy aprendiendo muchísimo de los dinosaurios, cosas de las que no tenía ni idea. No te puedes ni imaginar lo que disfruto. Para ser ‘homeschooler’ o ‘unschooler’, los primeros que lo tiene que ser son los papás. Una mamá que no tenga curiosidad, que no le gusta leer, que no le gusta aprender, que no le gusta preguntar e investigar, es muy difícil que puedan tomar esta decisión. A veces me dicen: “¿Y estos papás pasotas que no quieren explicar, que no son curiosos?”. Y yo les pregunto: “¿Un papá así realmente se plantearía educar en casa?”

-Tenéis encuentros regulares con otras familias afines. ¿Es para que los niños se relacionen con otros niños?

Lo hacemos un poco por la socialización, pero no solo para ellos, sino para toda la familia. Nuestros hijos socializan aun sin estos grupos, van a algunas actividades como arte o hockey y allí ven a niños que van a la escuela, pero queremos que vean que no son los únicos que se educan en casa, por eso nos gusta mucho ir a estos encuentros. A los papás y a las mamás también nos va muy bien porque podemos compartir inquietudes.

-¿Cómo encontrar a otras familias que eduquen en casa?

En España hay dos asociaciones, una a nivel estatal que se llama ALE y si te asocias puedes ver qué familias hay en tu zona. En Cataluña está la coordinadora catalana. Hay reuniones fijas. El primer viernes de cada mes es en un parque de Barcelona, luego cada viernes hay otra en Manresa y los martes y los jueves cerca de Tarragona. En nuestra zona de Lleida hay pocas, solo unas 3 o 4 familias, pero en la zona de Barcelona, Manresa y Tarragona hay más y entonces nos tenemos que mover un poco en coche. Todo esto tiene un proceso y va surgiendo conforme los niños lo van necesitando. Cuando tienen 3 o 4 años no necesitan socializar tanto, pero a medida que van creciendo su dinámica es más de juego compartido, en equipo…

-¿Te preocupa que no puedan acceder a los títulos, que quieran hacer algo que no puedan por falta de titulación?

A mí personalmente no me preocupa mucho por varios motivos. Yo estudié bastante por mi cuenta, estuve viviendo fuera y no tengo titulación universitaria. Soy un ejemplo de una persona que se ha podido ganar la vida bien mientras trabajaba, sin tener títulos universitarios. Aún así, tampoco es tan difícil. Si ellos se quisieran sacar la ESO, hay un examen por libre y lo podrían hacer. Podrían hacer bachillerato y acceder a la universidad. En nuestro caso, yo les hablo en inglés a los niños. Así que también está la posibilidad de la Open University, en la que a partir de los 16 años uno puede hacer un acceso totalmente libre a cualquiera de las carreras.

-Es interesante, porque estos niños están acostumbrados a que si quieren hacer algo, lo pueden hacer.

Claro. Ellos no aprenden que aprender es aburrido y obligado, sino que es como un premio. Parece raro decir algo así porque muchos niños al salir del colegio sueltan los libros y no quieren saber nada más. Mis hijos a las tantas de la noche siguen aprendiendo. También es verdad que igual se levantan a las 8 y hasta las 11 solo juegan. Porque su cuerpo por la mañana lo tienen tan activo que quieren jugar.

-Está muy arraigada la idea de que los niños pequeños son esponjas y que por eso hay que aprovechar los primeros años para que aprendan más y más cosas. ¿Se nos está olvidando su desarrollo físico y emocional?

Pensamos que la inteligencia solo es la cognitiva, pero inteligencias hay muchísimas. Hay niños que aprenden mucho haciendo, vivencialmente. Hacen un experimento, visualizan e interiorizan. Sin embargo, otros son menos de hacer, más de que les lean y les expliquen, por ejemplo. Esto de como esponjas también hay que vigilarlo, porque a veces los agotamos. Si nos aprovechamos de ese poder que nos ha dado la naturaleza de aprender por absorción, si introducimos muchísimo, luego llegan a edades que a lo mejor se colapsan, se aburren, ya no quieren.

-Tú por ejemplo tienes 3 hijos y cada uno aprenderá a su manera…

Sí. Por ejemplo, el niño es súper movido. A veces bromeando pensamos que si fuera al colegio estaría ya diagnosticado y con un montón de etiquetas… Él no se puede concentrar quieto, es muy curioso, se concentra en movimiento.

-Cada vez en los colegios se aprende a leer antes. Antes era a los 6 años, pero ahora se empieza prácticamente a los 3 años. ¿Por qué tanta prisa?

Si miras en los países nórdicos, en Finlandia hasta los 7 años los niños no van a la escuela, no se les enseñan las letras antes. Aprenden a leer a los 8 años, pero tienen los índices de lectura juvenil más altos del mundo. ¿Por qué? Porque hasta entonces han jugado, que es lo que toca. El niño, hasta los 6, 7 u 8 años, está en su etapa sensoriomotriz, que todo lo absorbe del ambiente, imitando, jugando, moviéndose. Si en esa etapa lo hacemos estar quietecito, memorizando, las letras y tal… pues si que hay algún niño que con 4 o 5 tienen un interés brutal por leer, pero muchos otros no.

-¿Cómo lleva la familia que eduquéis en casa? ¿Lo comprenden?

En mi caso lo tengo bastante bien. Un lado de la familia lo acepta mucho y la otra parte sabemos que no están del todo de acuerdo, que ellos no lo harían, pero no comentan. Yo creo que necesitan más tiempo. Pruebas. Ahora que mi hija mayor está haciendo el blog, se lo quiero enviar. También ven que los niños son súper sociables, que hablan con cualquiera, con un niño de 8 años o un hombre de 80, que para ellos no hay jerarquías, que son extrovertidos, que se separan de nosotros con mucha facilidad… La gente ya va viendo cosas y vas viendo que su actitud va cambiando. Porque claro, ellos realmente están preocupados por los críos. Es un poco ignorancia, porque ellos no se han informado y tú tampoco les informas mucho porque ves que no tienen mucho interés. Están preocupados porque piensan que a los críos realmente les va a ir mal. Pero cuando ven que son felices, que son libres, que realmente están aprendiendo igual o más, que encima son sociables… pues se dan cuenta de que somos gente normal y corriente y que simplemente aprendemos de otro modo. Porque hay otros modos de aprender, no sólo el colegio. La escuela hace falta, es una necesidad social tal y como está montado todo hoy en día. Y bien que exista. Lo único es que hay algunas familias que lo quieren hacer de otra manera. ¿Qué sentido tiene que todos aprendan lo mismo a la vez cuando realmente no todos tenemos las mismas necesidades a la vez? A mí cuando me preguntan que por qué no llevo a mis hijos a la escuela, mi respuesta es: “¿Y tú por qué los llevas?” Me suelen responder que es para que aprendan, que es porque hay que hacerlo. Y les digo que no, que no hay que hacerlo, que yo no lo hago. Los que no los llevamos a la escuela nos lo hemos pensado mucho.
 


lunes, 25 de marzo de 2013

Criar con Apego.


Muchos pensamos que estamos criando con conciencia, con respeto y apego. Y que estamos satisfaciendo las necesidades de nuestros hijos pero el comportamiento de nuestros hijos, en ocasiones, nos demuestra todo lo contrario.

 

En este otro artículo hablé sobre las necesidades básicas de los niños. En caso de no haber podido satisfacerlas en un pasado por el motivo que fuese, aún estamos a tiempo de poder sanar esa relación entre padres e hijos y crear una relación de confianza, respeto y sobre todo de amor. Simplemente debemos estar dispuestos, hoy, a dar el doble de amor, el doble de comprensión, el doble de conexión, el doble de confianza, el doble de empatía… para poder así sanar las heridas de necesidades no satisfechas.







Nuestra cultura industrializada hace que la mayoría de padres y madres criemos a nuestros hijos de forma que daña la relación entre ambos y no es una relación de apego ni de confianza ni respeto mutuo. La mayoría de los niños de nuestra cultura (incluyendo los nuestros) no están teniendo sus necesidades más básicas físicas y emocionales satisfechas.

 

Aun sin haber practicado una crianza respetuosa con apego desde el principio, siempre es posible sanar esa relación tengan la edad que tengan nuestros hijos. Nunca es demasiado tarde para intentar satisfacer antiguas necesidades no satisfechas. Claro que cuando antes se empiece esta sanación-relación más necesidades podremos satisfacer y  más probable es que se tenga una relación de seguridad, confianza, respeto, amor…

 

Pam Leo dice: “Todo comportamiento, de nuestros hijos, es “conducido” por una necesidad. Hacemos lo que hacemos para satisfacer nuestras necesidades”. En mi opinión, esto también valdría para los adultos. ¿Cuántas veces no habremos discutido con alguien: nuestra pareja, padre, madre, jefe… por el simple hecho de querer, necesitar ser visto, mirado, tenido en cuenta, valorado, respetado…? El ser humano consciente o inconscientemente hace lo que sea con tal de poder satisfacer una necesidad.

 

Otra frase de Pam Leo: “Criemos a niños que no tengan que sanarse de su infancia”. Y también: “El nivel de cooperación, escucha y ayuda que recibimos de nuestros hijos es usualmente equivalente al nivel de conexión que el niño siente con sus padres”. Dicho de otro modo, si les respetamos, valoramos, tratamos con amor, ellos nos darán lo mejor de sí. Tenemos que dejar de hacerles a nuestros hijos lo que nuestros padres nos hicieron a nosotros o lo que muchos padres siguen haciendo a sus hijos hoy en día. Repetir modelos es lo fácil, cuestionarlos es lo difícil.

 

Las frases de Pam Leo son muy contrarias a como nos han criado y enseñado.

 

Cuando mis hijos se alteran, me alteran, gritan, se molestan, lloriquean… Siempre me pregunto qué necesidad no estarán teniendo satisfecha, qué he hecho mal o que no he hecho. Siempre, siempre hay un motivo valido para eso que hacen. Eso no quiere decir que lo que hagan nos guste o esté bien, este enfoque simplemente nos ayuda a ver las cosas tal y como son y no como nos han hecho cree que son. Ya he dicho en muchas otras ocasiones: "Un niño feliz, se siente bien, por lo tanto se porta bien”. “Un niño se porta “mal” cuando se siente mal”. Si hacemos todo lo posible por cambiar su estado de ánimo no tendremos que pelearnos tanto por cambiar su comportamiento.

 

Algo que en casa funciona muy bien es media o una hora de atención individualizada para cada hijo al día. Nosotros tenemos 3 y cuando uno lo pasa mal a veces nos es muy difícil poder satisfacer a los 3 a la vez. Ese rato de exclusividad es muy sanador. Hay ratos en que juego con ellos y hacemos turnos de 5-10 minutos de “mamá sólo para mí”. Me tumbo en la cama o en el suelo o me siento en el sofá y ellos se van turnando para estar a solas conmigo. Al ser muy poco rato solemos acariciarnos, besarnos, decirnos cositas al oído o simplemente estamos juntos sin más. Los otros dos miran o hacen algo. Así nos podemos pasar un rato largo. Ya sé que no es lo mismo que tener a mamá o papá en exclusiva mucho rato pero como yo estoy sola con ellos varias horas al día se me ocurrió esto y la verdad es que nos va de maravilla.

 

Una de las mejores cosas que podemos hacer por ellos y su bien estar es intentar evitar todas esas cosas o situaciones que les puedan desagradar o inquietar. A la mayoría de niños no les gusta estar en sitios cerrados con mucha gente y ruido y poca ventilación. Podemos evitar los grandes supermercados, los pabellones… Mi hija pequeña no soporta esos sitios y cuando tenemos que ir intentamos que su padre o yo esté por ella o la sacamos de vez en cuando fuera.

 

La clave está en sanar la causa de los síntomas de nuestros hijos, no en intentar cambiar o erradicar la conducta.

 

Cuando las necesidades físicas, emocionales, sociales, intelectuales… de nuestros hijos son satisfechas, no tienen la necesidad  ni el deseo de comportarse de ningún modo que nos pueda molestar.

 

Ellos, siempre, hacen lo que hacen para darnos un “toque” de que algo no va bien y necesitan de nosotros para ayudarles en ese auto-conocimiento de sí mismos. No podemos pretender que quieran aprender, que se preocupen por nosotros, que quieran colaborar… si están siendo molestados y distraídos por necesidades no satisfechas.

 

Hay muchos “expertos” por allí que nos dicen que cuando un niño no se comporta, necesita moverse, no quiere/puede aprender… tienen un desorden cerebral, que necesita terapia, ser medicado… Hay muy pocos defensores de los niños. La mayoría se ponen de lado de los padres y no de los niños. Pocos padres aceptarían de un “profesional” algo así como: “Es que ustedes no están tratando bien a su hijo, es que su hijo tiene necesidades insatisfechas, a su hijo no le pasa nada de nada, mejor que sea usted la que haga terapia y no su hijo…”

 

Si vemos el comportamiento de nuestro hijo como un “desorden” es como lavarnos las manos. Dejamos de responsabilizarnos para poder descubrir cuáles son esas necesidades y satisfacerlas. En contadas ocasiones hay realmente daño cerebral.

 

Cuando alguno de mis hijos se pone muy contrariado o se enfada por todo me pregunto: “¿He sido menos cariñosa últimamente?, ¿He estado forzándolo a hacer algo que no quiere?, ¿He estado poniendo excusas para no tener que jugar con él o escucharle?, ¿He estado dirigiendo su juego demasiado?, ¿He estado más con los dos mayores?, ¿He estado de mal humor o preocupada por mis asuntos demasiado?, ¿He estado diciéndole que juegue con sus hermanos o amigos en vez de prestarle más atención?, ¿Le he forzado a recoger sus cosas en vez de pedírselo amablemente?, ¿Les he estado dando prisas?...  Usualmente me doy cuenta de que la respuesta a una o varias de estas preguntas es un sí, sí, sí.

 

Una vez soy consciente de este “patrón” hablo con ellos y les pregunto cositas o les digo cómo me siento yo… En casi todas las ocasiones necesitan algo de mí o les ha faltado algo de mí o de su padre.

 

Se comportan de modo inestable cuando no se sienten conectados con nosotros.

 

Una vez sabemos esto, es un gran alivio. Siempre podemos parar y volver atrás y empezar a satisfacer todas esas necesidades congeladas. Ellos necesitan nuestra empatía, que entendamos sus sentimientos antes de que puedan cooperar  con nosotros.

 

Como nadie nos ha enseñado a criar de una forma natural en esta sociedad industrializada, muchos padres se encuentran con niños llenos de capas de necesidades insatisfechas.

 

Para, realmente, poder hacer todo esto (satisfacer las necesidades de nuestros hijos: las presentes y las pasadas) es imprescindible darnos cuenta de cuáles son nuestras necesidades no satisfechas. Seguro que arrastramos y tenemos muchísimas. Hablar con otras mamás o papás que crían de este modo ayuda mucho y si es el caso, podemos pedir ayudar. Tener ratos para hacer aquello que nos apasiona sana mucho. Yo por ejemplo, me encanta leer y escribir. Estar ahora escribiendo todo esto para mí y para todos/as vosotros/as es de gran ayuda. Seguro mañana me levanto con unas ganas tremendas de hacer cosas con mis hijos ya que mi necesidad está siendo, ahora mismo, más que satisfecha. Cuando estoy más de dos o tres días sin poder leer o escribir no soy la mamá que me gusta. Necesito hablar y mucho, necesito escuchar a otros, necesito silencio para poder pensar, necesito hacer algo de ejercicio o deporte, necesito comer sano, necesito hacer algo manual de vez en cuando, necesito escribir y/o leer a diario, necesito estar estudiando algo siempre…

 

No hay nada que nos sane más que tratar a nuestros hijos y a los de los demás de la forma en que nos hubiese gustado ser tratados de pequeños (de la forma en que legítimamente nos merecíamos). Al romper esa “cadena” empieza un ciclo nuevo.

 

El libro de Naomi Aldort, los de Alice Miller, los de Laura Gutman, artículos de Casilda Rodriganez me han ayudado mucho. Lo que más me ha/está ayudando es poder compartir con mi pareja y otras mamás y papás todo esto sobre la crianza de nuestros hijos. Y ahora que estoy estudiando y formándome como psicoterapeuta en Gestalt me siento en buen camino.


 

viernes, 22 de marzo de 2013

Placeres de la vida, no los dejes pasar...

 
 
 
 
 
Un cortito video muy bonito.
 
 

                                                          Comunicación no verbal.

miércoles, 20 de marzo de 2013

20 de Marzo : Día mundal sin Carne.



El mejor discurso que he escuchado en defensa de los animales y de una dieta vegetariana. Hubo un momento en nuestra vida que respetábamos los animales y no les hacíamos ningún mal pero de eso ya no nos acordamos. Ese momento era cuando aún eramos niños. Los amábamos!





En esta otra entrada ya puse el documental: Terricolas:

https://www.youtube.com/watch?v=QxBtVyTZJ0k&oref=https%3A%2F%2Fwww.youtube.com%2Fwatch%3Fv%3DQxBtVyTZJ0k&has_verified=1


Cómo dice Gary si este documental no es bueno/apto para vuestros ojos, ¿cómo puede ser bueno para vuestro cuerpo?

Aquí otro con unas reflexiones mias:

http://welivelearning.blogspot.com.es/2012/06/documental-imprescindible-amame.html

Y aquí la entrada del año pasado:

http://welivelearning.blogspot.com.es/2012/03/nuestra-dieta-la-importancia-de-lo-que.html

1er Encuentro de "Familias en Ruta". (3-4-5 de mayo 2013) en el Camping Vinyols de Tarragona.

Habrá todo tipo de actividades, charlas, conferencias, experiencias... Nosotros estaremos y yo daré una charla sobre "Vivir y Aprender sin ir a la escuela".

Aquí tenéis toda la información.

http://familiasenruta.com/top/1er-encuentro-familias-en-ruta-3-5-de-mayo/



Encuentro Familias en Ruta 2013

lunes, 18 de marzo de 2013

Un poco de ejercicio y mucho bienestar.

Hace algo más de un mes que he decidido hacer algo de ejercicio diario en casa y fuera. Siempre he ido haciendo algo pero no regularmente. Antes de ser mamá solía salir a correr casi cada día pero de eso ya hace más de 8 años. He empezado por los 5 ritos Tibetanos de la larga vida. Luego hago un poco de bici o salgo a correr en una pista de atletismo que hay cerca de casa. Los días de cada día mis tres tesoros me suelen acompañar y juegan por allí cerca mientras yo voy dando vueltas. Urtzi a veces da un par de vueltas conmigo. Me sinto de maravilla. Me hacía falta. Al final os pongo un video para verlo mejor. A ver si alguien más se anima.
Nota: Las fotos me las hizo mi hija Ainara.


 
Este és el primer rito Tibetano: Se le llama el remolino. Hay que dar vueltas enteras fijando la vista en el punto de partida e ir volviendo a él. Al princio marea mucho pero con los días el cerebro, el oído... se acostumbran. La primera semana empecé con sólo 5 repeticiones de cada ejercicio y la siguiente 7 y luego ir subiendo de dos en dos cada semana. Según la tradición se deben hacer 21 repeticiones de cada. Ahora voy por la 13. No sé si seguiré subiendo o me quedaré con 10-15.
 
 
Aquí hago una especie de abdominales. Primero con las piernas estiradas y la cabaza baja y luego subiendo a la vez cabeza y piernas.
 
 
Aquí estirando la cabeza hacia atrás y volviendo a subir lentamente.
 
 
Esta postura al principio cuesta un poco pero enseguida el cuerpo de acostumbra. Sentada en el suelo con las piernas estiradas y las manos a los lados de las caderas hay que subir el cuerpo hasta llegar a esta postura. 
 
 
Aquí el típico saludo al Sol. Una vez estiramos espalda y piernas a la vez, bajamos el cuerpo hasta el suelo y...
 
 
 Bajamos todo el cuerpo hasta el suelo y levantamos el tronco y tiramos la cabeza hacia atrás.
 
 
Aquí os dejo este video para verlo en movimiento.
 
 
 
 
 

Mientras hay niños en la escuela, otros construyen cohetes.



sábado, 16 de marzo de 2013

Encuentro de familias Homeschoolers-Unschoolers en Catalunya, España.

Del 7 al 9 de junio estaremos en el encuentro de familias en Cataluña. Este año será en Lleida en una casa de colonias, la Manreana. Es la primera vez que vamos a una casa. Los años anteriores íbamos de camping pero este año hemos pensado que una casa solo para las familias sería mejor a la hora de vernos, conocernos, socializar...
 
Estamos preparando un calendario de actividades: bailes populares, creación de juguetes, carta astral, dinamicas Gestalticas, confección de jabones, pan, galletas, muñecas, ganchillo, brodado, cositas con semillas... Si a alguien le apetece venir y/o hacer una actividad se puede poner en contacto conmigo: yvonnelaborda@gmail.com o a através de la Coordinadora Catalana. También habrá una charla (la doy yo) sobre aprendizaje autónomo (Unschooling), otra sobre materiales Montesori y pedagogía Waldorf, otra sobre Masau Emoto. Concierto de jazz y bailes de salón y partido de football Homeschoolers contra Unschoolers. Vamos, un poco de todo, este año lo pasaremos en grande. 
 
El precio es de 9 euros por persona y día si se va en tienda o caravana. Y de 15 euros por persona y día si se duerme en la casa. Hay derecho a cocina. Los niños a partir de los 4 años también pagan lo mismo. 

viernes, 15 de marzo de 2013

La Pirámide de necesidades de Abraham Maslow.

 
Las necesidades básicas y superiores según la pirámide de Abraham Maslow.


Aquí os dejo este corto video de 1 minuto donde se explica cuáles son las necesidades más básicas, sin las cuales no podemos satisfacer las más elevadas.


Sino satisfacemos nuestras necesidades primarias es muy difícil poder tener la capacidad mental, cerebral, cognitiva, emocional y motivación intrínseca para luego poder y querer aprender. El aprendizaje formal es una de las necesidades más superiores.


Para poder criar a nuestros hijos de la forma en que la Naturaleza y la Vida misma lo programó y estableció, primero tenemos que saber qué es lo que un niño realmente necesita. ¿Cuáles son sus necesidades básicas y primarias? Para saber eso no hay que ser ningún experto ni haberse leído decenas de libros. Tenemos que recuperar nuestros instintos y escucharnos más y mejor. Simplemente escuchando, viendo y respondiendo a las necesidades de nuestros hijos en el momento en que surgen.


Empecemos por las más básicas. Todo mamífero de la especie animal desde un ratón hasta una ballena amamanta a su cría a demanda hasta el destete espontaneo. Los niños se destetan todos entre los 2 y 6 años de edad más o menos. Ninguna cría es alimentada con la leche de otra mamífera que no sea de su misma especie. Ningún gato toma leche de leona por ejemplo. ¿Por qué les damos leche de vaca (por muy maternizada que esté) a nuestros hijos? La naturaleza no programó eso. Las crías de los mamíferos duermen con sus madres desde el primer día. El vínculo de apego, de seguridad y la auto-estima empiezan en esos primeros días y meses. Un recién nacido no está preparado para dormir en una cuna sólo y alejado de su mamá. Legítimamente, a un bebé, le per toca estar con su mamá día y noche El colecho (dormir con los padres) en la infancia debería ser un derecho y no un privilegio. Hay niños que han podido sanar viejas heridas por el simple y maravilloso hecho de dormir con sus padres aunque de pequeños no lo hicieron. Si nuestros hijos se duermen en nuestros brazos (de bebés) y cuando los dejamos en una cuna lloran es porque en realidad saben que ese no es su lugar. El llanto de un bebé nos indica, SIEMPRE, que algo estamos haciendo mal o que una necesidad no está siendo satisfecha. Nadie pide lo que no necesita (y menos aún un recién nacido) a menos que nos hayan “adiestrado” para ello. Hoy en día muchos niños son separados de sus mamás largas horas con sólo meses.
El libro de Jean Liedloff El Concepto del Continuum es imprescindible para poder recuperar toda esa sabiduría perdida.


Para primero poder querer satisfacer las necesidades de nuestros hijos que no es lo mismo que simplemente querer hacerlo, primero tenemos que “sanarnos” o por lo menos darnos cuenta de cómo nos criaron a nosotros. Una vez hayamos hecho eso, sabremos qué no queremos repetir o qué queremos seguir haciendo o qué queremos hacer pero de otro modo. A veces repetimos modelos casi sin darnos cuenta. Solemos hacerles a nuestros hijos lo mismo que nuestros padres nos hicieron a nosotros. O lo que vemos a nuestro alrededor. Eso no siempre está mal, lo importante es que seamos nosotros los que realmente y de corazón estemos escogiendo ser y tratarlos así. Que no sea por simple repetición o interiorización de valores. Nadie nos ha enseñado a respetar las necesidades motrices y de desarrollo de nuestros hijos. Según Emmi Pikler estas necesidades son primordiales y fundamentales para luego tener un desarrollo óptimo del cerebro y más tarde un aprendizaje formal (intelectual). Hay muchos niños a los cuales no se les deja empezar a nadar por si solos. Muchos padres, con la mejor de su voluntad, ponen al niño sentado o de pie mucho antes de que el niño esté físicamente preparado para ello. Dicho de otro modo, les forzamos. Todo niño tiene un nivel de desarrollo diferente pero todos se sentarán y andarán cuando estén preparados motrizmente para ello. No hay necesidad alguna de “ayudarles” o forzarles. El mensaje que interioriza y aprende un niño es que él no puede, no sabe y que necesita ayuda para hacer cosas que en realidad sí puede hacer el sólo si le dan el tiempo y espacio necesario. En el libro de Emmi Pikler “ Moverse en Libertad” lo explica maravillosamente.


No es nada fácil ser el padre o madre que desearíamos para nuestros hijos pero el simple hecho de querer serlo ya es el primer gran paso hacia esa gran meta. En el camino muchas veces nos equivocaremos y volveremos a los patrones antiguos (les gritaremos, les pegaremos, les amenazaremos, los castigaremos, los premiaremos… sí, premiar también es una forma de manipulación y la otra cara de la moneda del castigo…). No obstante, aun cuando nos comportemos de un modo indeseado o injusto no debemos castigarnos a nosotros mismos por ello sino más bien aprender de ello y permitir que nuestros hijos también saquen algo positivo de ello. ¿Pero cómo pueden sacar algo positivo de un grito o de una bofetada? Me explico, si en ese mismo instante en que nos damos cuenta de que no deberíamos haberle gritado nos ponemos a su lado y a su altura y nos disculpamos y le contamos que no es su culpa que ha sido mamá la que ha perdido el control y que mamá se siente fatal por lo sucedido… Entonces nuestro hijo podrá ver que mamá también hace cosas mal pero que intenta no volver a hacerlas. Disculparnos de corazón por algo que hemos hecho mal es crucial y absolutamente necesario. Con eso no sanamos la herida por completo pero al menos no queda “enquistada” ni el niño o niña se siente culpable por algo que un adulto le ha hecho. Cuando nos comportamos mal con un niño y más si es nuestro propio hijo, el niño piensa que merece eso y lo acepta. El adulto no siempre tiene la razón y el niño debe saber eso. Yo me he dicho una y otra vez que no volveré a gritarles o no les meteré prisas por llegar a tiempo… pero no sé exactamente cómo pero siempre hay un día de esos que me sale ese grito o un “vega corre”. En una ocasión le dije a mi hija mayor que lo sentía mucho y que me ayudará a llegar a ser la mamá que quiero y la que ella merece y necesita. También le dije (entonces tenía 6 años) que la quería mucho pero que yo sólo hacía 6 años que era mamá y que todavía estaba aprendiendo a serlo lo mejor que sé y puedo. Su carita cambió por completo y me dijo: “Ya lo sé mamá, no te preocupes yo te enseñaré”. Cuando un niño se siente mal se suele comportar “mal”.  Un niño feliz actúa felizmente. Tenemos que querer e intentar cambiar su estado de ánimo para luego ver como su actitud cambia de inmediato.


Hoy en día tenemos muy poco en cuenta las necesidades más básicas de los niños, aun pensando que sí, y sin las cuales no pueden desarrollarse adecuadamente.


Para que un niño pueda mostrar interés y ganas por aprender es imprescindible que primero estén sus necesidades físicas, emocionales y básicas satisfechas.


Quiero enfatizar en estas un poco más.


Necesidades físicas básicas


Los niños y adolescentes se sienten mal,  sufren, se deprimen, se angustian, se comportan de un modo violento, son agresivos, inquietos… cuando estas necesidades no se satisfacen.


Aire


Los niños necesitan aire fresco  y limpio varias veces al día para poder renovar el oxígeno del cerebro. Un niño que permanece largas horas en un sitio cerrado no tiene esa necesidad satisfecha.


Comida


Los niños necesitan comer comida sana y en poca cantidad varias veces al día. Unas 5-7 veces, para mantener los niveles de azúcar en sangre estables. Es imprescindible que coman cuando tienen hambre y que no coman cuando no la tienen. Escuchar nuestro cuerpo es tan o más importante que escuchar nuestra mente o corazón.


Hidratación


Como ya sabemos, el 70% de nuestro cuerpo es agua. El agua de buena calidad es imprescindible para la vida. Nuestros hijos necesitan beber regularmente y preferiblemente agua. Una mala hidratación o un consumo excesivo de refrescos dañan el cerebro.


Eliminación


Los niños necesitan tener la libertad de poder usar el baño en cualquier momento del día. Tener que aguantarse puede ocasionar problemas digestivos entre otros.


Temperatura confortable


Los niños tienen un metabolismo diferente al de los adultos. Están en pleno periodo de crecimiento y eso nos diferencia. No sienten el mismo calor ni frío que un adulto. Es importante que se puedan desnudar o quitar ropa si tienen calor y que cuando sientan frío se la volvamos a poner. Muchos niños se ponen la chaqueta cuando sus madres tienen frío y no cuando ellos lo sienten. Dejarles sentir su cuerpo es muy importante para luego poder sentir otras sensaciones: calor, frío, hambre, sed, ganas de hacer esto o lo otro, saber que quieren o no…


Los pies son nuestro termostato pero ya de bien pequeños nos lo “estropearon” tapándonoslos enseguida. Si nos fijamos bien, un recién nacido se frota mucho los pies uno contra el otro. Cuando son más mayores lo primero que se quitan o quieren quitar son los zapatos y/o calcetines. Los pies tapados dan mucho calor. Si les damos libertad, la mayoría de niños quieren ir descalzos o se descalzan al llegar a casa. Pensamos que van a coger frío pero en realidad somos los adultos los que tenemos los pies fríos y no ellos. Una persona no se resfría por pasar frio si no por tener las defensas bajas. Tener nuestro termostato “estropeado” baja las defensas en picado.


Sueño


Los niños más que nadie necesitan dormir cuando tienen sueño y despertarse cuando ya no lo tienen. Si se les da libertad, ellos también saben escucharse y pedirnos que les acompañemos a dormir o simplemente se duermen en nuestra compañía. Los adolescentes suelen necesitar ir a dormir más tarde y por lo tanto levantarse más tarde, también.


Actividad física


El cerebro y el cuerpo de un niño necesitan actividad física constante, frecuente y continuadamente durante todo el día. Cuanta más actividad física menos desordenes de comportamiento o problemas emocionales.  Hay niños que no pueden concentrarse en nada hasta que no han satisfecho esta necesidad.


Afectividad


Aunque sea una necesidad emocional, el cuerpo y el celebro de un niño necesitan afecto constantemente para poder desarrollarse óptimamente. Los niños y adolescentes a los cuales se les besa, abraza, acaricia… con frecuencia son niños más calmados, felices y estables emocionalmente hablando.


Seguridad física


Los niños necesitan sentirse seguros en sus casas y demás sitios. Un niño no pude sentirse físicamente seguro si le gritamos, amenazamos, pegamos, castigamos…


Necesidades básicas emocionales


Emmi Pikler nos cuenta que niños de orfanato los cuales recibían cuidados físicos adecuados pero no emocionales no llegaban a sobrevivir o vivían menos.


El cuidado emocional de un niño es tan o más importante que el comer o beber.


Los niños y adolescentes necesitan:


Sentirse queridos, valorados, respetados por quien realmente son y no por lo que mamá o papá quieren que sea, tenidos en cuenta. Ser abrazados, acariciados, besados, masajeados. Ser hablados y escuchados con respeto, poder jugar libremente y desestructuramente. Atención individualizada de mamá o papá cada día o por lo menos de vez en cuando. Sentirse seguros para poder equivocarse y luego rectificar si es el caso. Poder tomar sus propias decisiones. Saber que son importantes y que su opinión cuenta tanto o más que la nuestra.


Una vez satisfechas tanto las necesidades físicas básicas como las emocionales ya estamos listos y preparados para el aprendizaje formal.


Entonces es cuando tenemos que seguir respetando sus ritmos, intereses y demás necesidades. ¿Qué sentido tendría querer hacerle aprender esto o aquello ahora o luego después de haber respetado todo lo anterior?