jueves, 24 de abril de 2014

Me entrevistan en "Sloyu.com".

Aquí os dejo la entrevista que me hizo Elisenda Pallàs de Sloyu:

http://sloyu.com/blog/blog/2014/04/24/entrevista-yvonne-laborda-educando-en-casa/



¿Cómo se llega a la decisión de educar en casa?
En nuestro caso fue algo que vino poco a poco. Al tener a nuestra primera hija nos planteamos criarla de la forma más consciente y respetuosa posible. Queríamos respetar sus procesos naturales tanto motrices, sensoriales como intelectuales. Al cumplir los 2 años decidimos que no íbamos a llevarla a la guardería. Para entonces nuestro segundo hijo ya tenía 6 meses. ¿Cómo iba a dejar a mi hija de tan solo 2 años al cuidado de otros si yo estaba criando al bebe en casa?
Así fue como me llegaron los primeros libros de Rebeca Wild sobre una escuela no directiva, donde se respetaban los intereses de los niños y en donde no había clases formales ni exámenes. Al leerme esos libros y luego otros me di cuenta de que los niños no necesitan ser dirigidos para poder aprender aquello que necesitan y les interesa. Mi mente escolarizada se abrió en ese momento. Yo había sido profesora durante 15 años antes de tener a mi hija. Al año siguiente fuimos a unas charlas de otras familias que no llevaban a sus hijos a ningún cole. Para entonces ya había nacido nuestra tercera hija.
Algo se movió dentro de nosotros y finalmente no tenía sentido para nosotros tener que llevarles a la escuela después de haberles respetado en sus procesos naturales y sus ritmos hasta entonces. ¿Qué sentido tenía ahora delegar la educación a terceros? No tenía sentido para nosotros que alguien que no les conocía decidiera qué tenían que aprender, cuándo y cómo y a qué ritmo. Queríamos seguir respetando sus necesidades, intereses, pasiones y sobre todo sus ritmos naturales de aprendizaje. Hoy tienen 5, 7 y 9 años.
Ni la administración ni la sociedad respaldan esta opción educativa. ¿Hay mucha soledad en el camino? ¿Cómo se sobrelleva?
La verdad es que todavía hace falta bastante reconocimiento social. No obstante no estamos solos. Al principio no conocíamos casi ninguna familia pero ahora somos muchas las que nos vemos con regularidad semanal y mensual. Hacemos encuentros, salidas, nos ayudamos… somos como una gran familia. Hay muchas más familias de las que parece. Y esta opción educativa va en aumento cada año. Formamos parte de dos asociaciones que agrupan a familias que educan en casa. Una en Cataluña y otra a nivel estatal.
Una de las mayores resistencias sociales es la idea de que los niños que se educan en casa están sobreprotegidos y pueden tener más dificultades para socializar, compartir o adaptarse a otros entornos.
Aprender palabras
Personalmente, pienso que esta idea es un mito. Las personas que suelen pensar así son personas que no conocen a ningún niño que aprende sin ir a la escuela. Nuestros hijos tienen muchos amigos que van a la escuela y muchos otros que no van. Ellos son los que conocen las dos realidades y conviven en la sociedad cada día. Ellos no están apartados de la sociedad para estar en el cole donde se supone que les prepara para vivir en sociedad. Los nuestros están cada día viendo lo que hay cuando van al banco, a comprar, a actividades extra escolares, a museos… ellos son niños exactamente iguales que los niños que van a la escuela. La única diferencia es que aprenden sin tener que ir a la escuela. Juegan, se divierten, socializan, aprenden viendo y viven aprendiendo cada día de su vida.
La socialización en la escuela no la veo muy natural. Niños de la misma edad en la misma clase. Socializan antes de entrar en la escuela y al salir y otro poco en la media hora del patio. Tampoco es natural que salgan 200-300 niños todos a la vez. Los niños no socializan en manada sino más bien en pequeños grupos de 3-4-5 niños a la vez… Nuestros hijos se relacionan con niños de todas las edades y en muchos momentos del día. En sus fiestas de cumpleaños hay muchos niños entre 2 y 14 años.
También existe el miedo a que se queden fuera del sistema educativo y no puedan acceder a estudios superiores, lo que les limitaría su acceso al mercado laboral… Y sin embargo muchas familias se plantean el homeschooling cuando sus hijos terminan la primaria. ¿Paradójico?
¿Quién tiene ese miedo? ¿A cuántos niños conocemos que no hayan ido a la escuela y estén fuera del sistema escolar? Saben que las grandes universidades cómo Harvard, Yale, Cambridge, Oxford… se rifan, literalmente, a los homeschoolers. Hay un artículo muy interesante en la Vanguardia sobre este tema y cual publiqué en nuestro blog. No tan solo eso sino que muchas universidades tienen un cupo de libre acceso para estos alumnos que nunca han pisado una escuela. ¿Por qué será?
Los niños que en un futuro escogen ir a la universidad, simplemente van. Muchas se sacan la ESO por libre, otros hacen otros tipos de accesos. Otros montan sus propios negocios, hacen carreras musicales… Todos los niños escolarizados no terminan yendo a la universidad. De hecho, aquí en España, tenemos el índice de fracaso escolar más alto de Europa si no me equivoco. Muchas familias se plantean el no llevar a sus hijos a la escuela o el sacarlos porque sus hijos se aburren y no aprenden aquello que les interesa sino que tienen que memorizar lo que toca, les guste o no. La escuela no fomenta la creatividad, la curiosidad y la motivación innata del niño, más bien la apaga.
¿Cómo se prepara uno para ser la “profe” de sus hijos? ¿Qué herramientas y aprendizajes son necesarios para acompañarles en la aventura de aprender?
Aprender los números
Me encanta esta pregunta porque así tengo la oportunidad de decir que nosotros no somos, ni su padre ni yo, los “profes” de nuestros hijos. Nosotros no les enseñamos. Nosotros les ayudamos a aprender. Ellos son los protagonistas de esta aventura y nosotros sus acompañantes. Les facilitamos todo aquello que necesitan: materiales, libros, documentales, herramientas… Nos interesamos por sus intereses y pasiones y les damos más de aquello que les gusta, necesitan o quieren.

Un niño libre quiere aprender y aprende cada día de su vida. Para nuestros hijos aprender no es algo obligado, difícil, pesado… ellos juegan y aprenden, ellos preguntan y aprenden, ellos viven vidas plenas y felices y aprenden. Para nosotros no hay un sitio donde se aprende, un sitio donde se vive y un sitio donde se juega. Nosotros aprendemos viviendo y vivimos aprendiendo cada día de nuestras vidas. Nuestros hijos no solo aprenden en casa. Ellos aprenden en el coche de viaje, en el bosque, en el campo, en los encuentros, en las bibliotecas, en las tiendas, en los bancos, en los museos, en las casas de amigos y familiares… Ellos están en el mundo viendo todo lo que hay.
No todas las familias viven como nosotros: como si la escuela y los currículos no existieran. Tenemos amigos más académicos que sí siguen un poco el currículo oficial y hacen de “profes” de sus hijos más o menos. Hay familias de todo tipo como en todas partes. Cualquier adulto pode acompañar a niños en este camino. Solo hay que tener ganas de hacerlo y todo lo demás viene solo. Cuando nos preguntan algo que no sabemos, simplemente les mostramos donde ir a buscar la información o vamos a buscar a la persona que sabe sobre este tema y conversan con nuestros hijos.
A mi, personalmente, al principio me ayudó mucho leer libros sobre educación alternativa, homeschooling y unschooling. Los que más me ayudaron fueron los de Rebeca Wild y luego los de John Holt, John Taylor Gatto… entre muchos otros. En mi blog, en el apartado de bibliografia tengo una larga lista de recomendaciones. Hay padres y madres que se sienten más seguros si hacen talleres sobre materiales Montessori… Lo más importante, en mi opinión, es querer y desear estar con nuestros hijos acompañándoles en este gran camino. Luego todo lo demás va viniendo. Compartir con otras familias es una gran ayuda y aprendemos muchos los unos de los otros.
Madre y maestra, ¿cómo se gestiona el ejercer ambos roles simultáneamente?
Como ya he dicho anteriormente, yo no soy la maestra de nuestros hijos. Yo simplemente les ayudo a aprender aquello que necesitan, quieren, les interesa… Ellos son los que hacen las preguntas y yo se las respondo. Si no sé la respuesta, vamos a buscar la información. Uno no aprende respondiendo las preguntas que un profesor nos hace. El que aprende es quien hace la pregunta. Donde hay un interés, hay aprendizaje. Nacemos con curiosidad innata y motivación intrínseca por las cosas y la vida que nos rodea.
Ningún sistema es perfecto… ¿Qué valoran más sus hijos de estudiar en casa? ¿Y qué echan de menos?
Nuestros hijos son felices viviendo sus vidas así y nosotros también lo somos al hacerlo posible. Ellos no se preguntan el por qué no van a la escuela. Ellos lo que se preguntan es por qué hay tantos niños que tienen que ir a la escuela. Saben que muchos no les gusta ir. No echan nada de menos de la escuela ya que los nuestros no han ido nunca. No obstante si algún día nos pidieran ir ellos tendrían la libertad de poder ir. Son los niños escolarizados los que no pueden escoger ir o no.
Los niños no necesitan de una escuela para aprender y la prueba está en que hay muchos niños educados así en casi todos los países de Europa, Estados Unidos, Reino Unido, Australia… En España aún no hay muchos adultos que hayan vivido sin ir al cole pero sí conocemos algunos. En otros países hay segundas y terceras generaciones. De hecho la escuela, como tal, solo existe desde hace poco más de 200 años. Antes se aprendía en comunidad, sin escuelas. De hecho la humanidad lleva aprendiendo y viviendo más tiempo sin escuelas que con ellas. ¿Cuál es el propósito real de las escuelas?
¿Qué tiene que tener en cuenta una familia antes de optar por este modelo? ¿Qué actitudes, compromisos y cambios les va a exigir esta apuesta?
Niños bañándose
En mi opinión, no es lo mismo una familia que no ha llevado sus hijos a la escuela nunca que una que ha decidido desescolarizarlos después de haber estado en la escuela. Nosotros tenemos varios amigos que han desescolarizado y la verdad es que se necesita un periodo de desescolarización mental tanto para los padres como para los hijos.
Es una decisión muy importante. Hay que meditarlo mucho y tenerlo muy claro. Es muy importante que los dos miembros de la pareja estén de acuerdo.
Lo primero que me viene es que hay que tener muchas ganas y querer estar con nuestros hijos las 24 horas del día. Es verdad que se pueden quedar con el papá o mamá, los abuelos, amigos… pero la mayor parte del tiempo van a estar con nosotros.
Algo difícil de llevar para algunas familias es la presión social. Las críticas, los cuestionamientos, el rechazo, los juicios… de familiares y amigos. Conozco un par de familias que no han sacado a sus hijos de la escuela precisamente por este motivo. Yo aconsejo que si una familia quiere vivir sin cole se informe mucho. Hable con más familias y tenga apoyo al principio. Nuestra familia no tiene ningún inconveniente en apoyar y ayudar a nuevas familias en este camino.
Otro aspecto es el económico. Hay familias en donde solo trabaja el padre o la madre. Hay familias en donde la madre trabaja por las mañanas y el padre por las tardes. Hay quienes piden ayuda a los abuelos o a una au pairs. Hay quienes trabajan desde casa… La verdad es que hay mucha diversidad. Si realmente no queremos llevar a nuestros hijos a la escuela, haremos “malabares” para que así sea.

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